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sábado, 29 de enero de 2011

La vida nos pone a prueba, en mayor o menor medida todos contamos con pequeños dramas y baches a los que enfrentarnos. El efecto del desastre no siempre es proporcional a la gravedad del suceso. La fuerza para superarlo varia en cada caso, a veces superamos duros reveses sin pestañear y en otras nos aturdimos por nimiedades.

La vida va estar siempre llena de retos y lo mejor es intentar ser feliz de todas formas.
"No hay un camino a la felicidad, la felicidad es el camino. Así que, atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial ...."
Alfred D. Souza

jueves, 13 de enero de 2011

"El regalo de la fantasía y la esperanza ha significado para mí mucho más que la capacidad de absorber y retener conocimientos"

Einstein.

martes, 11 de enero de 2011

Prometeo, Pandora, la Esperanza y la caja de los males.


Prometeo era un osado Titán al que le gustaba provocar la ira de Zeus.
Urdió un primer engaño contra Zeus al realizar el sacrificio de un gran buey que dividió en dos partes: en una de ellas puso la piel, la carne y las vísceras, que ocultó en el vientre del buey y en la otra puso los huesos pero los cubrió de apetitosa grasa. Dejó entonces elegir a Zeus la parte que comerían los dioses. Zeus eligió la capa de grasa y se llenó de cólera cuando vio que en realidad había escogido los huesos. Desde entonces los hombres queman en los sacrificios los huesos para ofrecerlos a los dioses, pero la carne se la comen.
Indignado por este engaño, Zeus privó a los hombres del fuego. Prometeo decidió robarlo y regaló a los mortales el fuego que había robado del Olimpo, y les transmitió los conocimientos que había recibido de Atenea. Al enterarse Zeus, se enfureció.
Zeus ordenó a Hefesto que hiciese una hermosa mujer de arcilla llamada Pandora. Para tornarla atractiva cada divinidad le otorgó un don, de ahí su nombre Pandora ("todos los dones"). Una vez concluida fue enviada a la Tierra junto a una caja que contenía todos los males del mundo: plagas, dolor, enfermedades, envidia, odio, vicios, locura, pobreza, crimen_ con las que Zeus quería castigar a toda la humanidad. Pero
estaba tan ofuscado que también introdujo en la caja la esperanza.
Zeus infundió vida a Pandora y la envió a Epimeteo, el hermano de Prometeo. (Hay versiones en la qu primero se envía a Prometeo) Prometeo le había advertido no aceptar ningún regalo de los dioses y especialmente de Zeus, de lo contrario sobrevendría una gran desgracia a los mortales, pero no escuchó a su hermano pues se había enamorado perdidamente de Pandora.
Pandora no pudo resistirse a la tentación y terminaría abriendo la caja como se había previsto. De inmediato salieron de la caja todos los males, pero también escapó la esperanza, consuelo del que sufre y he aquí los orígenes de la esperanza y desde entonces amparó a los mortales.
Tras vengarse de la humanidad, Zeus quiso vengarse también de Prometeo fue encadenado por Hefesto dios del fuego y de los metales forjados a una columna. Zeus hizo que un águila le comiera el hígado durante el día, pero se regeneraba por la noche. El águila volvía día tras día, a comer el hígado. ¡Qué crueldad!!!!!!


Este castigo había de durar para siempre, pero Hércules le liberó disparando una flecha al águila. Como Hércules era hijo de Zeus le pudo más el orgullo por la hazaña y liberó a Prometeo, aunque debía llevar con él un anillo unido a un trozo de la roca a la que fue encadenado.

domingo, 9 de enero de 2011

La Biblia. Un libro para no olvidar.


El hombre rompió su amistad con Dios y se apartó de Él. Pero Dios le dio su perdón misericordioso y le ofreció su salvación.
Un día, Dios eligió a un hombre llamado Abrahán. Le sacó de su tierra e hizo con él un pacto de amistad. Así se convirtió en padre de una gran pueblo: Israel, que sería el mensajero de su amor a todos los hombres.

No fue fácil la historia de este pueblo. En Egipto fueron tratados como esclavos. Pero el Señor escuchó sus gritos y les envió a Moisés para liberalos de toda opresión. Pasaron el Mar Rojo y, tras muchas penalidades, llegaron al monte Sinaí. Allí Dios estableció con ellos una solemne Alianza, les entregó sus mandamientos y les hizo su pueblo. Durante cuarenta años, con la ayuda de Dios, atravesaron el desierto y entraron en la tierra que Dios había prometido a Abrahán y a sus descendientes.

Con el correr de los años aquel pueblo llegó a ser un Reino y tuvo reyes como David y Salomón.
Al verse fuerte y poderoso se olvido del Señor. Pero Dios hizo surgir profetas como Elías, Eliseo, Amós y Oseas, Isaías, Jeremías y Ezequiel, que defendían la figura de un Dios justo y compasivo. Predicaron la buena convivencia.

Los profetas denunciaron toda injusticia, invitaron al pueblo a la conversión. Israel no quiso oír a los profetas, siguió envuelto en la corrupción que le llevó a la ruina.

El rey Nabucodonosor conquistó Jerusalén, arrasó el templo y toda la ciudad, y llevó cautivo al pueblo a Babilonia, Israel atravesó en el destierro la prueba más dura de su fé. Alli Dios purificó la fe de su pueblo.

Cuando Babilonia cayó en manos de Ciro, los judíos regresaron a su patria y, llenos de alegría, reconstruyeron el Templo, donde se reunían para sus oraciones y sacrificios.

Pasaron los años. El pueblo judío fue invadido, entró en contacto con culturas paganas. Dios siguió guiando a su pueblo por medio de sabios israelitas que ayudaron a los judíos a mantenerse fieles a sus tradiciones. Gracias a ellos descubrieron que Dios es para todos los hombres, de cualquier tiempo, raza y cultura.

Se esperaba, pues la venida del Mesías desde hacia mucho tiempo. Dios finalmente envió a su Hijo, Jesús nació pobre en Belén. Su manera de ser y actuar no respondía a veces a lo que muchos esperaban. Sus palabras provocaron enfrentamientos y rechazos. Fue tolerante con quienes le ofendieron.

Jesus recorrió los pueblos y ciudades de Palestina, dando a conocer su gran proyecto: Un hombre nuevo, una forma distinta de relacionarse los hombres entre sí. Pasó tiempo predicando, atendiendo a la gente, sanando y curando enfermos. Los otros son para Él un valor esencial. Murió por la verdad y la justicia. Amor y entrega sin igual.


La Iglesia de Jesús comenzó su historia y primeros años de vida en el mundo judío, Palestina, bajo la dominación del Imperio Romano: persecuciones, arrestos, juicios, ejecuciones...Se fue extendiendo por todo el Imperio (Samaría, Galilea, Asia, Grecia, Roma..) y creando a su paso pequeñas comunidades de discípulos....sobreviviendo a detractores y  adversidades......