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lunes, 24 de septiembre de 2018

No te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo 
De alcanzar y comenzar de nuevo, 
Aceptar tus sombras, 
Enterrar tus miedos, 
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, 
Continuar el viaje, 
Perseguir tus sueños, 
Destrabar el tiempo, 
Correr los escombros, 
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, 
Aunque el frío queme, 
Aunque el miedo muerda, 
Aunque el sol se esconda, 
Y se calle el viento, 
Aún hay fuego en tu alma 
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo 
Porque lo has querido y porque te quiero 
Porque existe el vino y el amor, es cierto. 
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, 
Quitar los cerrojos, 
Abandonar las murallas que te protegieron, 
Vivir la vida y aceptar el reto, 
Recuperar la risa, 
Ensayar un canto, 
Bajar la guardia y extender las manos, 
Desplegar las alas 
E intentar de nuevo, 
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas, 
Aunque el frío queme, 
Aunque el miedo muerda, 
Aunque el sol se ponga y se calle el viento, 
Aún hay fuego en tu alma, 
Aún hay vida en tus sueños 
Porque cada día es un comienzo nuevo, 
Porque ésta es la hora y el mejor momento. 
Porque no estás solo, porque yo te quiero. 
Un bello canto a la esperanza,  una llamada a la no resignacióna dar un paso más. Atribuido a Mario Benedetti.


domingo, 2 de septiembre de 2018

Los nadies. Eduardo Galeano

Los nadies.  Eduardo Galeano.

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, 
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la 
buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en
 lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque 
les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. 

Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
 Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, 
jodidos, rejodidos: 
Que no son, aunque sean. 
Que no hablan idiomas, sino dialectos. 
Que no profesan religiones, sino supersticiones. 
Que no hacen arte, sino artesanía.
 Que no practican cultura, sino folklore. 
Que no son seres humanos, sino recursos humanos. 
Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. 
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. 







domingo, 29 de abril de 2018

El Laberinto de los Espíritus


La mayoría de los mortales nunca llegamos a conocer nuestro verdadero destino; simplemente somos atropellados por él. Para cuando levantamos la cabeza y lo vemos alejarse por la carretera ya es tarde, y el resto del camino lo tenemos que hacer por la cuneta de aquello que los soñadores llaman la madurez. La esperanza no es más que la fe de que ese momento no haya llegado todavía, de que acertemos a ver nuestro verdadero destino cuando se acerque y podamos saltar a bordo antes de que la oportunidad de ser nosotros mismos se desvanezca para siempre y nos condene a vivir de vacío, añorando lo que debió ser y nunca fue."
El Laberinto de los Espíritus, Carlos Ruiz Zafón.