Lágrimas de San Lorenzo o lluvia de Perseidas

El cielo nos obsequiará esta noche con la lluvia de Perseidas o "las lágrimas de San Lorenzo". 

Cuenta la leyenda que San Lorenzo era uno de los hombres en los que más confianza depositaba el Papa Sixto II, hasta el punto tal que de él dependía la custodia del Santo Cáliz.

No obstante, cuando el Sumo Pontífice fue asesinado el alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, le ordenó que entregara las riquezas de la Iglesia.

En ese momento, Lorenzo entonces pidió tres días para poder recolectarlas y en esos días convocó a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba.  Al tercer día, compareció ante el prefecto, y le presentó a éste los pobres y enfermos que él mismo había congregado y le dijo que ésos eran los verdaderos tesoros de la Iglesia. El prefecto entonces le dijo: «Osas burlarte de Roma y del Emperador, y perecerás. Pero no creas que morirás en un instante, lo harás lentamente y soportando el mayor dolor de tu vida».  San Lorenzo mártir fue quemado vivo en la hoguera. Este cruento suceso, aparte de un espantoso sufrimiento, provocó que vertiera  lágrimas que, al fuego de la hoguera, lucían doradas. El 10 de agosto se celebra el día de este santo, lo que coincide con este fenómeno astronómico.

El mito de Las Perseidas,  está relacionado con la mitología griega. En el firmamento existe una serie de constelaciones, cada una bautizada con el nombre de un personaje griego. La que se relaciona con este fenómeno es la constelación de Perseo. Esto se debe a que, en el momento en el que tiene lugar la observación de esta lluvia de estrellas, da la impresión de que estos meteoros provienen de dicha constelación –aunque en realidad esto no sea así- Un oráculo  había anunciado a  Acrisio, rey de Argos, que moriría a manos de su propio nieto. Para evitarlo,  Acrisio hizo encerrar a su hija  Dánae en una torre de bronce para impedir que tuviera trato con ningún varón. Sin embargo, el rey de los dioses, Zeus, se transformó en una lluvia de oro que cayó en Dánae desde el techo y la dejó embarazada. Dorada era la lluvia en la que Zeus se metamorfoseó para acceder a la habitación de la ninfa Dánae, con la que engrendró al Semidios Perseo.

 La lluvia de meteoros Perseidas está en marcha. Esta lluvia de estrellas se produce cada verano, cuando la Tierra cruza la órbita del cometa Swift-Tutle. La estela de polvo que deja este cometa se cruza entonces con la atmósfera y crea estas estrellas fugaces o meteoros.

Lo que se observa en este espectáculo astronómico no son verdaderas estrellas, sino de diminutas partículas de polvo, que dejan los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol.

¿Hacia dónde hay que mirar?
Debemos mirar hacia el nordeste y orientarnos hacia  Perseo  que es una constelación fácil de localizar, es vecina de otra bien conocida, Cassiopea (inconfundible por su forma de W).  Hay que posar los ojos en la constelación de Perseo. Está formada por cinco estrellas. Las perseidas reciben su nombre porque parece que salen de esta constelación. No hace falta telescopio, es mejor observarlas de forma natural.  Orientarse en el cielo puede resultar al principio bastante desalentador, por la dificultad de empezar a localizar formas y figuras. 

¡Animo!!!