
Descubrir que nadie posee la verdad absoluta es la mejor manera de aprender de las opiniones y de los puntos de vista de los demás. La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras distintas o diferentes. Es lo que nos sucede, es cómo reaccionamos. Somos una extraña combinación que nos define y configura.
domingo, 27 de agosto de 2017
sábado, 26 de agosto de 2017
CHARLES CHAPLIN
Lo siento, pero yo no quiero ser emperador; ése no es mi oficio.
No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible.
Judíos y gentiles, blancos o negros.
Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer
felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar
a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La Tierra es rica y puede
alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La
codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio. Nos ha empujado
hacia la miseria y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El
maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento
nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y
sentimos muy poco.
Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y
dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. Se perderá todo.
Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera
naturaleza de estos inventos exige bondad humana. Exige la hermandad universal
que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de
hombres desesperados, mujeres y niños. Víctimas de un sistema que hace torturar
a los hombres y encarcelar a gentes inocentes.
A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no
es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el
camino del progreso humano.
El odio de los hombres pasará. Y caerán los dictadores. Y el poder que le
quitaron al pueblo, se le reintegrará al pueblo. Y así, mientras el hombre
exista, la libertad no perecerá.
¡Soldados, no os rindáis a esos hombres! que en realidad os desprecian, os
esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que
pensar y que sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado. Y
como a carne de cañón.
No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y
corazones de máquinas. Vosotros no sois máquinas; no sois ganado. Sois hombres.
Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones. No el odio. Sólo los que
no aman, odian. Los que no aman y los inhumanos.
¡Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad! En el capítulo
XVII de San Lucas se lee: el reino de Dios está dentro del hombre. No de un
hombre ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. En vosotros.
Vosotros, el pueblo, tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de
crear felicidad. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre
y hermosa. De convertirla en una maravillosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos.
Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres
trabajo. Y dé a la juventud un futuro. Y a la vejez, seguridad.
Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron.
No han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres,
sólo ellos. Pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros
realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar
barreras nacionales. Para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el
progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!
CHARLES CHAPLIN Monólogo final de "El gran Dictador"
Lo siento, pero yo no quiero ser emperador; ése no es mi oficio.
No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible.
Judíos y gentiles, blancos o negros.
Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer
felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar
a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La Tierra es rica y puede
alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La
codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio. Nos ha empujado
hacia la miseria y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El
maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento
nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y
sentimos muy poco.
Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y
dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. Se perderá todo.
Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera
naturaleza de estos inventos exige bondad humana. Exige la hermandad universal
que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de
hombres desesperados, mujeres y niños. Víctimas de un sistema que hace torturar
a los hombres y encarcelar a gentes inocentes.
A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no
es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el
camino del progreso humano.
El odio de los hombres pasará. Y caerán los dictadores. Y el poder que le
quitaron al pueblo, se le reintegrará al pueblo. Y así, mientras el hombre
exista, la libertad no perecerá.
¡Soldados, no os rindáis a esos hombres! que en realidad os desprecian, os
esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que
pensar y que sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado. Y
como a carne de cañón.
No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquinas, con cerebros y
corazones de máquinas. Vosotros no sois máquinas; no sois ganado. Sois hombres.
Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones. No el odio. Sólo los que
no aman, odian. Los que no aman y los inhumanos.
¡Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad! En el capítulo
XVII de San Lucas se lee: el reino de Dios está dentro del hombre. No de un
hombre ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. En vosotros.
Vosotros, el pueblo, tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de
crear felicidad. Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre
y hermosa. De convertirla en una maravillosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos.
Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres
trabajo. Y dé a la juventud un futuro. Y a la vejez, seguridad.
Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron.
No han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres,
sólo ellos. Pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros
realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo. Para derribar
barreras nacionales. Para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el
progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!
martes, 15 de agosto de 2017
“Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros, coge los vientos alisios. Explora. Sueña. Descubre” (Mark Twain).
Si tus alas están cansadas de tanto andar, o tal vez se quebraron en alguna caída. Respira profundo. Detente para tranquilizarte y luego poder seguir avanzando.
sábado, 12 de agosto de 2017
¿Qué es un experimento del pensamiento? Es una forma de llevar la mente
a nuevos lugares, de hacerla ver las cosas de manera diferente. Los magos
sabían algo profundo e importante — que si deseamos cambiar el mundo, es
preciso cambiar nuestra actitud hacia él. Einstein se reclinó una vez en un
sofá, cerró los ojos y vio a un hombre que viajaba a la velocidad de la luz.
Sin descartar esa curiosa imagen, comenzó a realizar varios experimentos de
pensamiento, aparentemente simples elucubraciones. Sin embargo, pocos años
después, las actitudes de todo el mundo científico se transformarían cuando la
naturaleza misma confirmara las visiones trascendentales de Einstein. Si una
fantasía en un sofá puede alterar el mundo, es porque los experimentos del
pensamiento encierran un poder incalculable. Nada se aprende realmente hasta
que se vive. Una vez que la razón, la experiencia y el espíritu se unen, se
abre el sendero del mago y todo está dispuesto para la alquimia. La sabiduría
que llevamos dentro es como una chispa que, una vez encendida, no se extingue
jamás.
de EL SENDERO DEL MAGO de DEEPAK CHOPRA.
martes, 1 de agosto de 2017
Desarrollando la conciencia.
¿Qué conexión existe entre las enseñanzas de las grandes tradiciones antiguas, sabidurías milenarias, la física cuántica, la filosofía y la metafísica? ¿cómo conocían los antiguos
pueblos la espiral si la ciencia moderna está apenas empezando ahora a
reconocer su importancia?
En el documental veremos que
Existe un campo vibratorio que conecta todas las cosas.
Se le ha denominado Akasha, el OM primordial, la red de Joyas de Indra, la música de las esferas y miles de otros nombres a través de la historia.
Los antiguos maestros védicos enseñaban
En el documental veremos que
Existe un campo vibratorio que conecta todas las cosas.
Se le ha denominado Akasha, el OM primordial, la red de Joyas de Indra, la música de las esferas y miles de otros nombres a través de la historia.
Los antiguos maestros védicos enseñaban
Nada
Brahma. El Universo Vibra. Del Sánscrito, Nada (Sonido, vibración) y Brahma
(nombre de Dios, el todo, la unidad).
Existe un campo vibratorio que
conecta todas las cosas.
Los antiguos maestros védicos enseñaban “Nada Brahma", el universo es
vibración. El campo vibratorio es la raíz de toda experiencia espiritual e
investigación científica verdaderas.
Nos hemos convertido en esclavos de nuestros propios deseos y ansias. La felicidad no es algo que pueda ser perseguido o comprado como un traje barato. Esto es Maya, ilusión, el juego interminable de la forma. En la tradición budista, Samsara, o el ciclo interminable de sufrimiento se perpetúa por el ansia de placer y aversión al dolor. Freud se refirió a esto como el "principio del placer". Todo lo que hacemos es un intento de crear placer, para obtener algo que desea, o para alejar algo que no es deseable que no queremos. Incluso un organismo simple como el paramecio hace esto. Se llama respuesta al estímulo. A diferencia de un paramecio, los humanos tienen más posibilidades de elección. Somos libres de pensar, y que es el corazón del problema. Es el pensamiento acerca de lo que queremos que se ha salido de control. El dilema de la sociedad moderna es que tratamos de entender el mundo, no en términos de conciencia interna arcaica, sino por cuantificar y calificar lo que percibimos como el mundo externo mediante el uso de los medios científicos y de pensamiento. Pensar sólo ha llevado a pensar más y más preguntas. Tratamos de conocer las fuerzas más interiores que crean el mundo y orientar su curso. Pero concebimos de esta esencia como fuera de nosotros mismos, no como una cosa viva, inherente a nuestra propia naturaleza. Fue el famoso psiquiatra
Nos hemos convertido en esclavos de nuestros propios deseos y ansias. La felicidad no es algo que pueda ser perseguido o comprado como un traje barato. Esto es Maya, ilusión, el juego interminable de la forma. En la tradición budista, Samsara, o el ciclo interminable de sufrimiento se perpetúa por el ansia de placer y aversión al dolor. Freud se refirió a esto como el "principio del placer". Todo lo que hacemos es un intento de crear placer, para obtener algo que desea, o para alejar algo que no es deseable que no queremos. Incluso un organismo simple como el paramecio hace esto. Se llama respuesta al estímulo. A diferencia de un paramecio, los humanos tienen más posibilidades de elección. Somos libres de pensar, y que es el corazón del problema. Es el pensamiento acerca de lo que queremos que se ha salido de control. El dilema de la sociedad moderna es que tratamos de entender el mundo, no en términos de conciencia interna arcaica, sino por cuantificar y calificar lo que percibimos como el mundo externo mediante el uso de los medios científicos y de pensamiento. Pensar sólo ha llevado a pensar más y más preguntas. Tratamos de conocer las fuerzas más interiores que crean el mundo y orientar su curso. Pero concebimos de esta esencia como fuera de nosotros mismos, no como una cosa viva, inherente a nuestra propia naturaleza. Fue el famoso psiquiatra
Carl Jung quien dijo:
Aquel que mira hacia fuera, sueña,
aquel que mira hacia adentro, despierta.
El camino del despertar es muy exigente
En la antigua India El Kundalini es una representación de la propia energía interior que se mueve a lo largo de la columna vertebral en un patrón en forma de serpiente o hélice.
El Kundalini no es una energía que pueda ser forzada a través de la voluntad, el esfuerzo ni la fricción.
El séptimo chacra ha sido representado por EL símbolo OM desde hace
miles de años, un símbolo construido por signos sánscritos que
representan los elementos.
Cuando el Kundalini se
eleva más allá del sexto chacra, se empieza a crear un halo de energía. Los
halos aparecen constantemente en las pinturas religiosas de diferentes
tradiciones en todas partes del mundo. El halo, o la imagen de un distintivo
energético alrededor de un ser despierto, es común
en todas las religiones en todas partes del mundo.
en todas las religiones en todas partes del mundo.
El Kundalini no se eleva con la imaginación solamente, o con la meditación nada más. Esta energía es impulsada principalmente por el fuego que guardamos desde los centros mental, emocional. Dependiendo de nuestros hábitos. Esta energía electromagnética que nos puede despertar la conciencia se eleva pausada, y según la lógica de amor; en personas que no se dejan dominar por sentimientos desordenados de irritabilidad o duda, de miedo o falta de fe. El Kundalini se eleva gracias a nuestra buena disposición en la vida, en todos los sentidos de la existencia. Esta sutil pero poderosa energía no puede despertar en personas que tengan vicios malsanos como el alcohol, drogas o el tabaco, o debilidades que los dominen, como la ira, el morbo, la envidia, la murmuración, la lujuria, el odio; y tampoco en personas que estén llenas de dudas, ignorancia o maldad; por supuesto tampoco despertará esta energía en los mentirosos, infieles, adúlteros y embaucadores, ni mucho menos en los delincuentes y asesinos.
El camino del despertar es muy exigente.
Primero debemos purificar nuestros hábitos, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y cuerpo.
Siempre existe un primer paso. La voluntad para ello.
Renunciar a la comodidad y a las satisfacciones propias y la realización de actos que llevan consigo un sacrificio en orden adquirir un perfecto dominio del espíritu sobre los sentidos.
Renunciar a la comodidad y a las satisfacciones propias y la realización de actos que llevan consigo un sacrificio en orden adquirir un perfecto dominio del espíritu sobre los sentidos.
Con estos amplios requisitos, y pese a los avances científicos y técnicos, entiendo que el mundo ande mas dormido que despierto mientras siga sumido en sus debilidades y sus egos no se podrá alcanzar la totalidad o plenitud.
En la cuarta parte de este documental titulada "Mas allá del pensamiento" dice
"Nunca
en la historia de la humanidad, hemos usado tanto la mente y nunca había habido
tanta confusión en el planeta".
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