Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo
amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores
defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener
coraje.
Sí. ¡Eso es!
Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener,
porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de
estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado.
¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... EL MAS PRECIADO Y
MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí
mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias.
Un préstamo por el que
damos la vida, sabiendo que hay que devolverlo.
Un préstamo sin
intereses pero cuyo cuidado lleva implícito ¡el más alto sacrificio y la
defensa más sólida!
Cuida tu préstamo,
muchos lo querrán, otros lo odiaran,
¡Sin embargo para
ti no tiene precio!”
José Saramago
¡Dios bendiga siempre a nuestros hijos, pues a nosotros ya nos bendijo con ellos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario